Décimas alegres por los Lunes Brassensianos que "acontescieron" en Julio 2006
Ya los Lunes Brassensianos
empiezan a agarrar vuelo
en este chileno suelo,
con mis músicos hermanos...
Julio, pese a sus insanos
temporales, lluvia y frío,
fue un éxito, y me sonrío
de ver el Mesón repleto,
cada Lunes, de un inquieto
público...
Mi desafío
era ése: conseguir
que el Lunes, un día muerto,
se vuelva un camino abierto
de canto y de porvenir...
Perseverar es vivir,
digo de manera enfática
y agradezco a la simpática
gente que de corazón
apoya, yendo al Mesón,
esta aventura “Lunática”...
Primero fue Desiderio
Arenas, mi amigo el Chere,
que yo quiero y que me quiere,
eso no es ningún misterio.
No tocamos ni salterio
ni laúd: nuestras bordonas
hablaron de esas personas
que no están en los afiches:
las putas y los cafiches,
los chulos y las cabronas...
Fue un concierto a Mesón lleno,
cantado en ambos idiomas,
no de flores y palomas,
más bien de nalgas y senos,
del precio del sexo ameno,
del taxímetro encendido,
del mal tipo arrepentido,
de la casa ‘e remolienda,
del billete dado en prenda
por un polvo estremecido...
Después, vino el contrabajo
de Jorge Campos, genial
compañero musical:
disfrutamos a destajo...
Su viejo instrumento trajo
y le cargó bien la pila;
cuánto talento destila,
cada día más se agranda
acompañando a Fernanda,
a la Margot o al Gorila...
Instrumentista notable,
lleno de nuevas ideas,
hacia tierras europeas
hoy te marchas, miserable!
Ojalá tu bajo le hable
a toda la nueva gente
de aquel viejo continente
que te oirá con fervor...
Y un día este trovador
te acompañará sonriente!
El último lunes fue
el 31, al final
del mes, éxito total
por tercera vez y olé!
Cristina y su no sé qué
han alumbrado el Mesón:
su talento, su emoción
y su belleza serena
dieron a la sala llena
un soplo de inspiración...
Cantar juntos con Cristina
Gálvez es grata experiencia,
pues la música es su esencia
y el canto su alma ilumina.
Acompañar su voz fina
me causa un enorme gozo,
pasa el tiempo sigiloso
y uno siente que no pasa,
y cada ensayo en su casa
también es un don precioso...
Ese día 31
se dio perfecto el arcano
de un gran Lunes Brassensiano,
señalarlo es oportuno.
A mis amigos reúno
muchas veces por azar:
Rodrigo vino a tocar,
Hugo también –noche plena-
y la bella Ana Ximena
dos cuentos quiso contar...
Y ahora viene Cecilia
Echenique, el lunes siete,
un concierto que promete,
entre amigos, en familia...
Esa musical vigilia
tendrá planetarios ecos,
pues cruzando recovecos
de historias y geografías,
nos vamos en pocos días
para cantar en Marruecos!
Eduardo Peralta
Santiago,
3 de agosto 2006
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